Jason Statham es un actor que se mueve como pez en el agua en el cine de acción. Un actor que es difícil verlo en otro género, y es el que le ha dado tanta fama.
En esta ocasión protagoniza una película vertiginosa en su ritmo ya que el personaje principal ha sido envenenado con un droga sintética china, y le queda una hora de vida. Poco a poco va descubriendo que la adrenalina hace que el corazón no pare de bombear, y por consiguiente todo lo que hace para poder atrapar a las personas que le han envenenado, está realizado de una forma que siempre esté alterado.
Sinceramente la historia me parece una auténtica chorrada que no hay por donde cogerla. Se ha intentado hacer algo original, pero es que no hay quien se lo crea. Además, cuenta con ciertas escenas que bueno... mejor no recordarlas. Por ejemplo, este personaje tiene que hacer constantemente cosas que le suba la adrenalina. Pues bien, tiene un par de ellas con su novia que es mejor para olvidar.
Como decía anteriormente el ritmo de la trama es totalmente vertiginoso. Es tan acelerado que llega un momento que uno no es capaz de continuar la historia. Todas las escenas van dando golpetazos y te marean de tal forma que lo único que consiguen es plantearte unas situaciones de auténtica locura, que no convencen debido a que cuesta seguir lo que se está narrando en ese momento.
Pero no solo la historia y la dirección es mala. Tampoco las actuaciones convencen. Ninguno de los actores realizan un trabajo que atraigan. Esta bien que se exponga una situación extrema y contrarreloj, pero ¿es necesario que todos los personajes estén constantemente gritando y con ese comportamiento agresivo? No hay escenas en las que no se griten y en las que no estén alterados. Es más, hasta ciertos personajes que en un principio puedan parecer tranquilos porque están fuera de la trama que se desarrolla, al final acaban siendo contagiados por ese ritmo frenético y se acaban comportando de la misma manera. Así que uno se encuentra con que todos los personajes están desarrollados de la misma manera.
En fin, "Crank: veneno en la sangre" es una película que se vende como una película de acción in extremis, y al final se convierte en un film que no convence porque todo está creado sobre una base que no se sostiene, y en el que su ritmo de locura no da tiempo a centrarse en nada. Además, de contar con unos personajes que están realizados sin ningún matiz ya que en todo momentos se comportan de manera agresiva. Para nada es una película atrayente ni que convenza.