No conocía esta película de nada, pero su trama me llamó la atención. Es cierto que no soy mucho de este cine donde el terror se basa en torturas y descuartizar a personas, pero reconozco que algunas películas me han gustado. Así que quise probar con esta.
Se trata de un film donde la sangre y las torturas son el eje conductor de la trama. Unos chicos viajan a la frontera con Mexico para tener unos días de diversión, y se encuentran con un grupo que pertenecen a una secta donde su Dios se despierta gracias al dolor de las personas en el sacrificio.
La historia no tiene mucho donde rascar, pero es cierto que cuenta con algunas escenas que enganchan gracias al suspense que se plantea. El problema es que ese suspense desaparece rápidamente para sustituirlo por mutilaciones, torturas y sangre; mucha sangre.
A quien le guste las sagas de "Saw" o "Hostel" seguramente disfrutará con la trama de "Borderland", ya que sigue el mismo patrón, pero situándola en terreno mexicano, y con un trasfondo de secta. Una historia donde la locura y la desesperación son dos sentimientos que mueven a los personajes.
En mi opinión, el film no aporta mucho más que lo desagradable de las imágenes al torturar a los personajes. Escenas que a veces cuesta mirar, y que para los que busquen otro tipo de terror y suspense no serán del agrado. No obstante, decir que tiene momentos puntuales donde ese thriller que se esconde detrás, aparece levemente.
En fin, Zev Berman nos presenta una película de las coloquialmente conocidas "de casquería". Vísceras, mutilaciones, sangre, sufrimientos... Escenas que a veces resultan un poco incomodas pero que es difícil negarse a ver. Y aunque sea un tipo de cine que no me atrae; siempre me llama la atención el que surja esa sensación de repulsión acompañado de curiosidad y cotilleo por no dejar de ver.