De los creadores de un avión en la azotea de la Casa de la Moneda y Timbre y un horno de fundición en el sótano, llegan las prostitutas que saben conducir a 200km/h en moto y que saben manejar retroexcavadoras, que se duchan en un lavadero de coches y aparecen secas, que hacen y deshacen a su antojo sin que intervenga la Policía en ningún momento, que se emborrachan 3 veces en dos días pero no les da para cambiarse de ropa.

Pero hay más: peleas a muerte a lo Jackie Chan entre un conductor de ambulancias y un matón (descargas eléctricas en la cara incluidas); un tío al que re rompen el cráneo, lo dejan inmóvil de cintura para abajo y al día siguiente se va a casa y conduce furgonetas; dos hermanos asesinos que campan a sus anchas siendo la Ley... Y así una detrás de otra.

Un insulto a tu inteligencia, una vez más. Dejé de ver Lupin por mucho menos de lo que me he tragado aquí por aquello de ser cine español.

Que lo comparen con Tarantino es para hacérselo mirar seriamente...