Desde la primera parte de la saga llevo esperando esta sexta entrega para saber más de los personajes y un poco sobre la mitología de Toretto. Imaginad lo decepcionado que estoy.

Fui al pase de prensa gracias a un amigo que tengo que trabaja en la radio y como se aburre como una ostra con estas cosas (me cuenta que casi siempre acaba dormido) me pidió acompañarle para que le hablase durante la película y así no quedarse roque.
Yo, como buen seguidor y fan de todas las Fast & Furious pues me alegré mucho y acepté encantadísimo. Pero luego...

Como se lo iba diciendo a mi colega durante la peli, la trama y los personajes ya no son lo que eran. Antes había cierto encanto, empatía hacia Toretto y el John O`conner, así como cierto erotismo en las carreras y mucha diversión con gotas de humor.
Ahora todo eso ha quedado relegado a nada porque de lo que se trata es alucinar al público con grandes y aparatosas escenas de persecución, como si esto fuese James Bond o Misión Imposible. Y que conste que no tengo nada en contra de esas dos sagas pero es que esto es Fast & Furious amigos.
Aquí se espera adrenalina, colegueo, escenas crudas que nos muestren el día a día de estos hombres en sus polígonos saliendo adelante en la jungla de Los Ángeles, trapicheos con chinos, problemas familiares y laborales, todo eso ya no está y se nota.

Me sabe mal suspenderla porque tenía muchas expectativas pero es lo que hay. Ahora toca esperar a la 7ª, esa sí que será buena. Bueno, espero.