Una película muy distinta a cualquier otra. Rara, simbólica, depresiva como ella sola, donde ya la magnífica banda sonora, triste y decadente, y que acompaña una y otra vez durante toda la duración, nos deja ver el nivel de dureza visual de lo que nos espera.

La trama es bien simple: varios días en la vida de un padre y su hija, haciendo su vida normal en un paraje yermo y donde corre un viento horrible, incansable, frío y lleno de polvo. La película es repetitiva y insufríblemente lenta, pero es gracias a eso que consiguen esa ambientación tan profunda, oscura y desesperante.

Una película que claramente no está hecha para el gran público, sino para gente amante del cine distinto, que quiera experimentar y no le de miedo ¨gastar¨ 2 horas y media de su vida en una trama que parece no avanzar, pero que te deja lleno de sensaciones, y la película que consigue eso, está claro que ha cumplido su cometido.