Una asunto pendiente que he tenido toda la vida y que por fin me he decidido a ver. Y es tan buena como me esperaba.

Steven Spielberg puso toda la carne en el asador para plasmar sobre la pantalla la pesadilla del holocausto, mostrándolo digamos, de manera ¨indirecta¨, mientras nos cuenta la historia de Oskar Schindler, un alemán de pensamiento contrario al nazismo (pese a hacerse pasar por uno) que empezó aprovechándose de la mano de obra judía para hacerse millonario, y que poco a poco se dio cuenta de que gracias a su empresa, podía salvar muchas vidas, y puso todo su esfuerzo en ello.

La película es realmente emotiva, cruda en ocasiones y con un trasfondo muy bonito por todo lo que hizo por tantísima gente, aunque triste por esta página negra de la historia de la humanidad.

Personalmente me esperaba que la peli fuese mucho más dura, más directa al mostrar todo lo que pasó en los campos de concentración, y casi que me alegro de que no haya sido así y se hayan centrado en la parte esperanzadora de la historia.

Es una superproducción con actores espléndidos, a destacar sobre todo a Ben Kingsley, que lleva todo el peso de la película, sin desmejorar a Neeson, que también está magnífico. Los medios, el cuidado de los detalles, la forma de contar la historia... es normal que recibiera tantos premios, son todos merecidos.

Es una película que hay que ver.