Una película tan cutre como entretenida.
Un hombre hereda unos poderosos poderes mágicos de un tio suyo, para luchar contra unas fuerzas demoníacas que amenazan su hogar. Y tras este resumen de lo que va a acontecer, nos encontramos un casposísima película filipina de las que no se olvidan, de las que calan hondo, no por su historia tan profunda y emocionante, sino por lo absurda y mala que es.

Y no es que sea malucha, es que es mala, mala, hasta decir basta. Pero al menos es de esas que ¨de malas son buenas¨... pero no tan buenas. Y es que la peli tiene un alarmante problema de continuidad y montaje, y es que hay escenas que meten por medio de pronto sin explicación y sin venir a cuento, y otras escenas acaban de pronto cambiando totalmente de momento espacio-temporal y descuadrándote totalmente.

Ahora, eso sí, entretenida es y bastante, llena de acción, realmente imaginativa, con nuestro héroe enfrentándose a avalanchas, matones, gente con poderes, animales varios y con el mismísimo Satán.
Una película de estas que te apetece ver cada cierto tiempo acompañado de unos colegas y echarte unas buenas risas. Pero si buscas una película de verdad, ni lo intentes.