Decente secuela de ¨A 47 Metros¨, en esta la historia cambia bastante, lo cual se agradece, y es que, ya que haces una secuela, que no sea más de lo mismo, al menos dale cierto interés... Pues es lo que tenemos aquí.

Esta segunda parte se hace más claustrofóbica debido a los túneles y pasadizos por lo que los protagonistas se van moviendo -y unos escenarios chulísimos, por cierto-, y de nuevo vemos a las protas pasarlo realmente mal, y como van cayendo uno a uno.

Si hay algo a lo que ponerle una pega, es a los tiburones ¨omnipresentes¨, que siempre aparecen en el momento oportuno, lo cual es normal en las pelis de terror, pero aquí ya se pasan un poquito.
Buenos efectos digitales, la verdad es que tremendos, y te hace pasar un rato de tensión, no se le puede pedir más a una película de este estilo, más que correcta.