Tuvieron que pasar cuatro años para que volviéramos a ver a Jason, ya que después de que cada año prácticamente, se estrenase una entrega de la saga desde 1980, Jason se tomó cuatro años sabáticos después de la nefasta octava entrega, volviendo con una novena entrega que es una auténtica locura en cuanto a cosas que suceden en la película, siendo a veces horrorosa y otras sorprendentemente curiosa, pero el resultado final no merece ni el aprobado.
Una novena entrega que se puede catalogar como "El guionista de Jason se vuelve loco", ya que hay un cúmulo de cosas una detrás de otra que por un lado es la entrega que mejor te lo pasas, porque ves cambios cada diez minutos y por otro lado te preguntas en muchas ocasiones que qué demonios estoy viendo, haciendo difícil no explicar todo lo que hay sin hacer spoilers, pero básicamente va desde un empiece fugaz, incoherente y asqueroso (en el tema del gore me refiero), pasando por posesiones de cuerpos y finalizando con la fantasía de por medio, para que veáis el nivel de guion que tiene, un guion que no hay por donde cogerlo porque hay de todo, muertes, humor, gore (que es un buen punto), fantasía, familiares de Jason que de pronto han estado toda la vida, hasta un monstruito, prácticamente todo lo que te puedas imaginar cuando mezclas dos cubatas e intentas ver una película de terror, así seguro que ha estado el guionista cuando escribía el guion, que por lo menos hace que te entretenga más al ver tantas cosas en 90 minutos y sueltes varios "¿Enserio?", con un inesperado cameo de Freddy, pero por otro te das cuenta de que poco a poco las películas de Jason han ido cayendo en picado y aunque esta película hasta estado mejor que la octava, que no era nada difícil superarla, no es buen acierto que te hayas entretenido más por la locura de guion que tiene, sigo diciendo por tercera película consecutiva que Jason no se merece esto.