El título de la película define muy bien lo que es el cine de Peckinpah: el gusto por la acción en todas sus formas con momentos de gran violencia, independientemente del género de la película.
Aquí se nos cuenta la historia de un grupo de forajidos que poco o nada tienen en común unos con otros salvo el gusto por lo ajeno. Unos son de gatillo fácil mientras que otros son más prudentes y utilizan más la cabeza para ejecutar las acciones.
Hay tiroteos y hay persecuciones a caballo y hay mujeres y hay alcohol para celebrar los éxitos al margen de la ley, pero entre las cosas que hacen grande esta película esta el dilema moral al que se ven sometidos algunos de los personajes según avanza la historia. El compromiso al que se ven avocados, pese a todo, para seguir adelante hasta las últimas consecuencias. Un grupo salvaje que se encuentra en un punto de no retorno. Un grupo salvaje que hace honor a su nombre.