John Dillinger, al igual que criminales de la época como la letal pareja formada por Bonnie y Clyde Barrow son claros exponentes de las experanzas y de las miserias de el pueblo americano de los años 30, cuando la Gran Depresión afloraba hasta llegar a su máximo esplendor exprimiendo por completo a todo contribuyente o negociatario. Debido a esta temible situación, se llegaron a formar personas que cambiaron definitivamente el rumbo de muchas personas que vivieron en la época. Una época convulsa y constantemente teñida de sangre y dinero de la que muchos personajes aún hoy se recuerdan sus hazañas como fugitivos de la ley y ''Robin Hoods'' sin grandes pretensiones morales.

'Enemigos públicos' supone sin lugar a dudas toda una revitalización del policiaco gangsteril de cine negro que en los años 40 y más tarde en los 70 (junto con otras reivindicaciones de lo más destacables) conseguía llenar las salas de los cines de la época.
Mann propone aquí todo un desafío formal para una obra adulta, sembrada de diálogos inteligentes y personajes con gran garra y fuerza. El director no olvida ofrecer una gran matización de los mismos, aunque se echa en falta mayor profundidad para el enfoque que se le da a Melvin Purvis, más allá de implacable cazador que no descansa hasta haber atrapado a su presa, un Dillinger estilizado hasta puntos máximos por un Depp en perfecto estado de gracia.
Mencionar también, como no, al imponente reparto comandado por unos estupendos Christian Bale (no entiendo algunas críticas, ofrece todo lo que tiene que ofrecer de su personaje) y una Marion Cotillard de belleza embriagadora que implanta a Billie Frechette de una sensibilidad tan inocente como de una fuerza enorme en los momentos más dramáticos. Tampoco se debe olvidar ni mucho menos al extenso plantel de conocidos secundarios, desde un acpetable Billy Crudup hasta las altas cuotas interpretativas que llegan a ofrecer el resto de los miembros de la banda de Dillinger.

A pesar de todo, Mann continúa sin agradarme con su dirección un tanto clasista y sin terminar de manejar del todo bien el ritmo del guión, demasiado lento y que llega a aburrir en determinados momentos que hacen perder la intensidad a lo largo del metraje.

Aún así, Michael Mann consigue hacer de 'Enemigos públicos' una obra tan sugestiva como seria y adulta, que no llega a alcanzar el estatus de obra maestra pero sí el de gran película a reivindicar (porque por lo que veo ya la están empezando a infravalorar) y uno de los mejores films del año.
Porque mis ojos observan a un reparto en pleno estado de gracia, a un director que a pesar de sus errores sigue llenando de palpable intensidad la pantalla a través de incómodos momentos dramáticos y secuencias de acción ruidosas y realistas, porque la violencia es cruel y no se corta ni un pelo, y por unos personajes que claman en voz alta su ley de la verdad.

(Fin de crítica en spoiler)