Una mujer y su hijo reclutan a un variopinto grupo de expertos espirituales para que les ayuden a liberar su nuevo hogar de unos ocupantes sobrenaturales.

Me atrae mucho el mundo paranormal, no me da miedo, y la muerte menos, mejor dicho, me da demasiada curiosidad, pero siempre con respeto y esas cosas. Aunque no creo que vaya a hacer eso de la ouija. Espero ansioso mi día para descubrir que hay al otro lado, para ver qué se siente y que tendré que hacer. O al menos poder disfrutar de esas fiestas que se montan los fantasmas aquí.

Justin Simien trae de vuelta una película de misterio, con un tema de los que más me interesan, los fantasmas y las mansiones encantadas, ojalá vivir en una. Haciendo de ella un remake de La Mansión Encantada (2003) dirigida por Rob Minkoff, interpretada por Eddie Murphy, Terence Stamp, Wallace Shawn, entre otros.

Para nada es una historia repugnante pero sí lo bastante gris para esta época del año, además de estar presenciando un efecto Barbenheimer tan exitoso que está historia corre desesperadamente por el pasillo del olvido buscando una salida. Tampoco es vergonzosa aunque tiene esa pinta, de serie B, no importa, es perfecta para ir a verla sin o con los nenes mientras nos acercamos a este Halloween, como me encanta Halloween.

Y el reparto tampoco decepciona, aunque las 2 horas de trama sí, se me hace algo pesada pero con el efecto Danny Devito, Owen Wilson y Rosario Dawson se va desvaneciendo, pero solo un poco. Los demás tampoco me entusiasman en esta pero muestran un encanto de lo más apacible: Jared Leto, Lakeith Stanfield, Tiffany Haddish, Jamie Lee Curtis (reciente ganadora de Oscar) y Winona Ryder, me sorprendió mucho verla y me sacó una sonrisita.

Tiene un encanto adolescente que no pasa de una película familiar para la tarde, aunque teniendo en cuenta el reparto me uno de cabeza. Luego quizá me entristezco, o me quedo con ganas de algo con más fuerza, al menos entretiene, hace reir y te manda nostalgia por las anteriores.

RICARDO VALERO, AGOSTO 2023, ESPAÑA.