Nos encontramos ante una película violenta, desgarradora, increíble y plagada de situaciones
sórdidas e indescriptiblemente explícitas. Es nada más y nada menos que "Reservoir dogs", la
mejor ópera prima de un realizador de cine que he podido ver nunca, una historia febril de gángsters
(supuestamente) profesionales de identidad oculta que van a (intentar) dar un buen golpe en un banco. Una trama relativamente sencilla y un guión fantástico cargado de sorpresas, verdaderamente el filme termina por atraparte por completo haciendo del visionado un deleite continuado hasta su clímax, que no deja indiferente.

Los protagonistas son unos tipos que se merecerán la simpatía de cualquiera, qué grandes ellos, cada uno identificado únicamente por un color. El mejor de todos, Steve Buscemi (o señor rosa), siempre preocupado y obsesionado al igual que metódico, seguido de Michael Madsen (o señor rubio), ex presidiario experto en torturas al ritmo de la música de los 70 y Harvey Keitel (o señor blanco), caracterizado por su peculiar solidaridad de criminal, y no menos importante, Tim Roth (o señor naranja), viviendo una agonía interminable durante todo el tiempo.

Tarantino marcó un antes y un después en la historia del cine con "Pulp Fiction", pero para
lograrlo debíó pasar primeramente por una una etapa de autosuperación después de la magnífica Reservoir dogs, un reto que parece muy difícil pero no imposible para este titán del cine violento. Como Pulp Fiction es para mí la perfección, califico Reservoir Dogs película con un 9, a fin de diferenciar cualitativa y cuantitativamente las dos películas, pero sólo por eso.