Precuela de la película spin-off de la saga Expediente Warren, por lo que realmente no necesitaríamos ver la obra de 2014. De hecho, esa segunda yo no la he visto y fundamentalmente motivado por su suspenso y malas críticas. La presente cumple con corrección su labor de asustar o inquietar al personal, aprovechando segundos planos y sobre todo difuminados. Sin embargo, tampoco podemos aplaudir el argumento como muy original, puesto que a estas alturas todo va sonando demasiado.

Existe algún momento un tanto "gore", pero por lo general son los menos frecuentes. La tensión se concentra en la siniestra muñeca, posesiones y fantasmas con el uso habitual de la oscuridad con la que James Wan ha sentado cátedra y es imitado por el resto. Sin embargo, una buena ejecución es estropeada con un final absolutamente escaso de inspiración y facilón. Sobre todo la última escena que sobra.

Por lo demás, buen trabajo de los actores y especialmente de las niñas. Se deja ver y no es mal plan para verla en Halloween, toda vez que a estas alturas el remake de IT ya ha sido más que visionado desde mediados de septiembre.