Los relatos y la vida de Hemingway han tenido un extenso recorrido en el cine. Unos con mejor fortuna que otros, hay que decirlo. En esta ocasión, nos llega una Tv-movie dirigida por el que una vez fue un director digno de tener en cuenta, como es Phillip Kaufman y con un reparto de campanillas.
Pues se trata de una producción fallida, la verdad, un intento frustrado por llevar a la pantalla la vida de un personaje peculiar, de un tipo alcoholizado y con muchos demonios y que tenía un carácter fuerte, misántropo, engreído y con un orgullo desmedido. La película es larga, pesada, con una textura de telefilm barato que tira de espaldas, el guion hace aguas por todos lados, por ejemplo se pasa muy por encima elementos que tuvieron más importancia que la que se da aquí, tan pronto están en España como se van a Vietnam en un visto y no visto; hay personajes que no se sabe muy bien qué pintan aquí porque desaparecen de un brochazo. El retrato de la Guerra (in)Civil está lleno de topicazos y la representación que hace de nosotros, los españoles, para qué hablar. El retrato que hace del bando republicano es de chirigota y viendo esta película no me extraña que perdieran la guerra porque siempre están de jarana, haciendo el cabra y cantando “Ay, Carmela”. Lo más lamentable que he visto en mucho tiempo.
El desaguisado (y el sarao) no lo salvan ni Clive Owen ni Nicole Kidman y mira que los dos tienen tablas en el asunto. El primero no me llega en su interpretación del escritor americano por mucho empeño que le ponga, al contrario que Kidman que es capaz de transmitir una amplitud de sentimientos sólo con la mirada. El resto del reparto aparece y desaparece sin mucha lógica.