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Voto de Ford Farleine:
9
Drama Después de haber entrenado y representado a los mejores púgiles, Frankie Dunn (Eastwood) regenta un gimnasio con la ayuda de Scrap (Freeman), un ex-boxeador que es además su único amigo. Frankie es un hombre solitario y adusto que se refugia desde hace años en la religión buscando una redención que no llega. Un día, entra en su gimnasio Maggie Fitzgerald (Swank), una voluntariosa chica que quiere boxear y que está dispuesta a luchar ... [+]
11 de julio de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un estimado compañero de trabajo (y también de la comunidad FA) me comentó una vez que Clint Eastwood no tiene películas malas. No puedo estar más de acuerdo con él. Tiene toda la razón: Eastwood no tiene ninguna película mal (si exceptuamos "El cadillac rosa"), se pueden dividir en películas muy buenas, buenas y menos buenas. Esta la pondríamos dentro de la primera categoría.
Quizá sea mucho decir, pero para mí está dentro de las cinco mejores películas de Clint Eastwood, l que es mucho decir. Es un drama desgarrador, una película llena de sentimiento y de un patetismo (en su sentido etimológico "pathos" = dolor) fuera de toda discusión. No se trata de un drama deportivo, como muchos lo han querido ver porque al lado de esta obra de arte, las demás películas deportivas se quedan a la altura del betún. Se trata de un drama humano con el deporte como telón de fondo. Un drama en el que varios personajes deshechos, con el corazón roto, se juntan como animales callejeros para lamerse las heridas y hacer su vida un poco menos dolorosa. Ese es el núcleo central del argumento, una película repleta de perdedores que, por más que se esfuercen, nunca podrán dejar de serlo. No dejarán de serlo porque el destino, los hados, la fortuna o lo que sea está en su contra. Como los personajes de las tragedias griegas, estos personajes están marcados por la desgracia y se rebelan contra ello de la forma más humana que puede haber en un final apoteósico en tanto que está lleno de sentimiento y, paradójicametne, de vida.
Clint Eastwood es un genio y esperemos que esté entre nosotros lo sufieciente para regalarnos otras piezas de este calibre. Un película interpretada magistralmente por la terna protagonista: él mismo es un gran actor y lo ha demostrado a pesar de que en un principio era considerado poco menos que un patán. Ya ha demostrado su talento y sensibilidad sobradamente, está secundado por segunda vez, tras "Sin perdón" por el gran Morgan Freeman, otro al que el reconocimiento le ha llegado en su madurez y con ellos una Hillary Swank que ya lleva dos premios de la Academia por sendas magníficas interpretaciones. Es difícil mantener una carrera en un nivel tan elevado. Una película con una banda sonora suave e intimista magnífica para crear ambiente, dirigida con clasicismo y con una fotografía sobria. La única pega que le puede poner es que sea un poco extrema a la hora de presentar a algunos personajes secundarios (la familia de Swank y la boxeadora rival), demasiado maniquea, quizás.
Clint Eastwood es tan grande que con su obra es capaz de contradecir su propia ideología y eso está al alcance de muy pocos, nos plantea dudas y pocas certezas. Así, realiza un drama pugilístico a la altura, segurametne, de "Toro salvaje"
Ford Farleine
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