Asistimos otra vez a la enésima película hecha por y para el lucimiento de Tom Cruise y quizá un intento para relanzar su maltrecha carrera que fuera de las carnes de Ethan Hunt le llevan de fracaso en fracaso (no siempre merecido, la verdad) y, de camino, a ver si consigue encarrilar otra franquicia que le haga conseguir los réditos (o acercarse) de su saga misionera.
En esta ocasión, intenta acercarse a una trama neo-noir basada en el personaje de Lee Child (no he leído nada de esta saga y esta película tampoco me ha abierto las ganas, la verdad), pero más preocupada en la acción pero bastante bien filmada por el guionista y a veces director Christopher McQuarrie, últimamente muy unido a Cruise.
Para mí, el mayor problema que he tenido con el film es el personaje que da título a la película. Ya digo que no conozco los libros (ni ganas, por culpa de la película) porque a mí este tipo tan íntegro y tan perfecto; tan listo y tan fuerte, me ha caído muy gordo. No tiene aristas ni complejidades, es demasiado plano y un pedante de no te menees. Un investigador más listo e inteligente que todos los demás, imbatible en el cuerpo a cuerpo (a pesar de la estatura de Cruise), que se rebela contra la injusticia allí donde se produzca y, por supuesto, más patriota que el dólar. O no lo he pillado muy bien o no lo han reflejado tampoco como es o es que es un don perfecto irritante.
Por lo demás, la acción se va desarrollando siguiendo los parámetros típicos de este tipo de cine (y de novelas), con la aparición de pistas y de equívocos, de personajes y de circunstancias que van intentando engañar al espectador, pero que está claro que a Reacher no le engaña nadie. La trama, en verdad, es interesante y está bien pensada; así como el reparto: a Tom Cruise le acompañan los eficientes Rosemund Pike y Richard Jenkins y el mítico Robert Duvall. También hay que destacar a Werner Herzog que da miedo el tío, con ese careto que tiene y a Jay Courtney que borda el papel de mastuerzo.
Terminando, que desconozco si Jack Reacher será o no un personaje interesante en las novelas, lo que a mí me queda claro, es que aquí tiene menos profundidad que la funda de un móvil.