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España España · Zaragoza
Voto de Lobech:
7
Documental Documental sobre una de las mejores bandas de rock de los últimos tiempos. Se sumerge dentro del estudio de grabación y de las mentes de Metallica, según van grabando su álbum ganador del Grammy “St. Anger”, al tiempo que se enfrentan a altibajos en su comunicación, adicciones, la deserción de un miembro del grupo, paternidad, caos familiar y su casi total desintegración durante la época más turbulenta de sus veinte años de historia. (FILMAFFINITY) [+]
21 de agosto de 2007
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Metallica son el grupo más grande de la historia. Los Rolling Stones son el grupo más grande de la historia. Los Chichos son el grupo más grande de la historia. Todo es cuestión de perspectiva o de gustos. El caso es que la "película" de hoy es imprescindible si eres fan del grupo y, si no, por lo menos te mantendrá entretenido durante algo más de dos horas. Palabra.

Concebida como un documental acerca de la gestación de su (hasta hoy) último album de estudio, el prescindible "St. Anger", parte de la premisa de que las cámaras se pueden inmiscuir hasta en el último detalle de la vida diaria del grupo. El rodaje, se nos cuenta, incluso corre peligro cuando James Hetfield, cantante y guitarrista, pilla una rabieta y debe esconderse unos días en una clínica de rehabilitación.

En realidad, la peli sirve para ver los entresijos de uno de los grupos (mal que nos pese) más grandes de la historia del rock. El desgaste producido por los 24 años de carrera entre sus miembros nos muestra que el día a día es un batalla de egos entre Hetfield y Lars Ulrich, batería, mientras Kirk Hammett es un convidado de piedra que poco o nada tiene que decir.

La peli nos muestra unos cuantos detalles realmente interesantes como son la relación de Ulrich con su padre (la constante búsqueda de apoyo y aprobación por parte de este), el proceso de selección de Trujillo (macho, te ha tocado la lotería) o las confesiones de Jason Newsted, el (¿pringado? ¿héroe?) bajista que abandonó el grupo justo antes de que empezaran a ganar millones de dólares. Interesante.

Lo más negativo es la constante sensación de que el grupo, en realidad, está actuando (sobre todo en los momentos más "buenrollistas") y el patético psicólogo: empieza asumiendo su papel profesional (y tan profesional, cobra una pasta por dejar que hablen y no decir nada), se intenta entrometer en el proceso creativo y termina dando más lástima que otra cosa (es muy patético lo suyo, ver para creer).

Así pues, se sobrepasa lo estrictamente musical para enseñarnos una especie de "Gran Hermano VIP", que termina siendo un spot televisivo sobre tu nuevo disco que dura 140 minutos y por el que la gente paga.

Hay que ser muy grande para conseguir eso. Y ni los Rolling ni los Chichos lo han conseguido hasta ahora.
Lobech
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