El arte imita la naturaleza. Ya desde el comienzo de la Historia, las manifestaciones artísticas se han encargado de reproducir escenas cotidianas hasta que, poco a poco, la ficción ha ido calando hasta convertirse en el gran (y casi único) inspirador de artistas de todo tipo de disciplina en detrimento de la realidad, hasta el punto de transgredir las barreras que separan una y otra.

Esta parrafada de "Historia del Arte 101" sirve para introducir "This Is Spinal Tap", uno de los documentales más endiabladamente divertidos de la historia. Cubre el ocaso de la banda de hair-metal "Spinal Tap" (con umlaut, esto es, el acentillo "¨" sobre la ene, sólo que el teclado no me deja), grandes maestros del género, y sus numerosos problemas en la última gira que les llevó por Estados Unidos y posterior disolución.

A través de una serie de momentos de la vida cotidiana de sus miembros, se repasan los grandes tópicos del género (el pasado pop y moñas de sus componentes, los excesos rockanrolleros, la estupidez de los artistas, los no menos obtusos fans, la novia del cantante, los pelos y las mallas, la escenografía rebelde, el batería salvaje, los A&R, las discográficas, los problemas con la ley, las guitarras de mástil doble, etc.) en un carrusel de referencias que hará las delicias de cualquier aficionado a la Trivia Pop.

Este rockumental está trufado de escenas para el recuerdo: la explicación de la desaparición del anterior batería, la cancelación de uno de sus conciertos, el grupo perdiéndose en el camino del camerino al escenario, los amplis con el volumen al 11... No sigo porque si no destripo la peli entera. Sin desperdicio, el documental.

Bueno, "documental", "documental" no es que lo sea mucho ya que el grupo que retrata, en realidad, no existe. Los actores, a modo de coña, se juntaron para hacer una serie de conciertos y se disolvieron para, en 1992, editar un disco oficial e irse de gira.

La realidad es más extraña que la ficción y, en numerosas ocasiones, la supera.