Mítica cinta de artes marciales de los ´80 cuando Van Damme todavía no era conocido, interpretando a un luchador ruso que es enemigo del protagonista. Desde luego la peli mucha calidad no tiene, pero sí que entretiene y sobretodo nos trae recuerdos casi olvidados, algo que indudablemente hace ganar algún puntillo extra. Tiene en general bastantes sobreactuaciones, especialmente del chico negro, pero con lo gracioso que es, eso no se puede tener en cuenta. Luego, las peleas son bastante decentes, especialmente las que está metido nuestro querido Van Damme.