Reconozco que no me había llevado un batacazo semejante con las recomendaciones de esta página hasta que ayer vimos esta película. Las primeras escenas no presagiaban gran cosa, ni para bien ni para mal, pero cuando la cámara se coló por primera vez en el instituto, mi mujer y yo nos miramos confundidos. Sin avisar siquiera y hasta con premeditación, aquello se había convertido en un abrir y cerrar de ojos en algo propio de una serie americana para adolescentes de la peor calaña. Por fortuna no duró demasiado, pero algo había quedado claro: no estábamos precisamente ante la película de nuestra vida.

De un modo u otro, y por alguna razón extraña, la valoración que siento en la obligación de darle es la de un aprobadillo raspado, como un profesor se siente en la obligación moral de aprobar a un alumno que se quedó a unas décimas, y eso que al filme no le sobran los puntos fuertes en los que apoyarse. Tal vez se deba a que su guión tiene la peregrina idea de hacer algo diferente, o tal vez salve gracias a alguna que otra secuencia capaz de, al menos por un efímero instante, sacar del estado de estupor que reina en el espectador a lo largo y ancho del espacio-tiempo que ocupa este despropósito de diálogos pobres y absurdos, en parte por no tener demasiado presente que está sucediendo, pero ante todo por lo aburrido del metraje en general. Al final el conjunto se reduce a pequeños destellos de lo que pudo ser y no fue, y es que esta película trata de abarcar demasiado para no contar ni con medios, ni con aptitudes ni, si me apuras, con ganas de completar su fin.

En lo relativo al argumento, el supuesto caballo de Troya de la obra, aquellos más críticos lo acusan de tramposo o de pretencioso. En mi opinión, que los guionistas se guarden ases en la manga para hacer uso de ellos cuando más les convenga me parece un recurso digno como cualquier otro. Que un proyecto sea ambicioso tampoco lo veo mal. Esta película de lo que realmente adolece es de imperfección. La trama gira y gira, se retuerce y acaba por ahogarse a sí misma.

En definintiva, y a modo de resumen, ésta es una película por completo prescindible pero no dañina, únicamente recomendable en el caso de no haber completado los estudios medios y hallarte una tarde solo en casa muy pero que muy aburrido.