En "Cisne negro", dirigida por Darren Aronofsky, somos testigos de un turbulento tour de force a través de Nina Sayers (interpretada por Natalie Portman), una bailarina de ballet que lucha por alcanzar la perfección en su arte. La trama se desarrolla en el competitivo mundo del ballet, donde Nina obtiene el papel principal en la producción de "El lago de los cisnes". Sin embargo, su ascenso al estrellato no será sencillo: la presión de su madre (Barbara Hershey), la rivalidad con la bailarina Beth (Winona Ryder) y la llegada de una nueva bailarina, Lily (interpretada por Mila Kunis), quien encarna la liberación y la sensualidad que Nina reprime. A medida que Nina se sumerge más en el papel doble de cisne blanco y negro, comienza a perder el contacto con la realidad, enfrentándose a la oscuridad de su propia mente.

Con "Cisne negro", el director sigue fiel a su estilo, presentándonos otro personaje complejo inmerso en una lucha interna contra sus propios traumas con un deseo autodestructivo. Además, Aronofsky se recrea magistralmente en el montaje rápido, como también viéramos en “Réquiem por un sueño”, lo que nos mantiene atrapados frente a la pantalla durante sus 110 minutos de duración. Como es característico de su cine, constantemente nos presenta símbolos y alegorías que añaden profundidad y complejidad a la narrativa.

La actuación de Natalie Portman en el papel principal es verdaderamente extraordinaria. Como señala hasta la saciedad su entrenador en la película, Vincent Cassel -quien dejara escapar a la Bellucci-, Portman encarna con maestría la dulzura y la fragilidad del cisne blanco (mientras que su psique se esfuerza en mostrar la oscuridad y la sensualidad del cisne negro). Su interpretación es intensa y bien mereció los numerosos premios y halagos que recibió (entre otros el premio gordo de la Academia).

En resumen, "Cisne negro" es una obra estelar del cine contemporáneo que combina a un excelente director de género, con una actuación excepcional y una narrativa fascinante. Personalmente, considero que es una de las películas obligatorias del siglo XXI, que merece ser vista y apreciada por su profundidad y su impacto emocional.