Desgraciadamente una de mis películas favoritas de mi niñez ha sufrido el efecto del paso del tiempo y, a día de hoy, no la considero tan buena. Pierde bastante de esa magia de la primera parte, y, para bien o para mal, Gremlins 2 es una secuela de libro.

Más monstruos, más gamberradas, más presupuesto. Más, más y más pero no mejor, y estas criaturas pueden hasta llegar a cansar. Joe Dante ha estado desde luego más inspirado, y aunque Gremlins 2 es en ocasiones un divertimento muy acertado acaba cayendo en una estructura un tanto... extraña.

En Gremlins 2 directamente no pasa nada. Todo parece una sucesión de sketchs con los Gremlins de protagonistas. Como ver un especial navideño de Los Teleñecos. Como si los Gremlins estuvieran concursando en Gran Hermano. No hay pies ni cabeza, pero de alguna manera todo ello casa perfectamente con la filosofía de la saga.

Peor que la primera. La buena noticia es que la maquinaria paró aquí y no se agotó demasiado la fórmula.