Un poco saliendo de la nada Will Ferrell nos planta uno de los personajes cómicos más interesantes de los últimos años. Su leyenda fue expandida con su secuela -y aquel pseudo spin off con sabor a refrito-, y aunque no ha acabado de calar por Europa cuenta con una gran legión de seguidores.

Con un humor muy estúpido pero a la vez cierta profundidad sociológica, Adam McKay empieza muy fuerte con una primera media hora de escándalo. La cosa se tuerce cuando llega la típica trama amorosa que nos meten en todo este tipo de comedias, aunque Christina Applegate hace su papel muy bien siendo un complemento perfecto para la verdadera estrella de esta película. Pero esta estrella tampoco sería lo mismo sin el tremendo reparto de secundarios que le acompañan. Su equipo de noticias brilla con especial estupidez, lo cual está lejos de ser un inconveniente.

Los estereotipos setenteros se suceden a lo largo de una película de duración amena pero de desarrollo un tanto irregular. Digamos que la presentación de Ron Burgundy y su equipo de noticias es sensacional, pero cuando se desarrolla la trama cae en cosas demasiado vistas.