Han pasado varios días, incluso semanas, desde que vi Theatre Bizarre. Es ahora cuando me dispongo a hacer la crítica y, aunque la puntuación sí que se la puse en su momento, no recuerdo casi nada de ella. Entretenida, con un punto original e incluso crítico hacia determinados aspectos de la sociedad en algunos de sus "cortometrajes". The Theatre Bizarre se mueve entre lo vulgar y lo inspirado, pero de todas las antologías de terror que están saliendo últimamente es un buen estandarte.

Hay algunas historias que parecen un poco fuera de lugar, pero en su conjunto actúan muy bien para tocar muchos palos del género de terror, un género que cada vez se ve más poblado por producciones de bajo presupuesto y, mucho peor, nula inspiración. Es por esto que estas antologías de terror se hacen amenas, ya que su duración es escasa y consiguen librarse de la dificultad de mantener al espectador en tensión durante la duración de un largometraje.

Pero a pesar de que la película se deja ver y tiene cosas interesantes no puedo obviar el que se me vengan a la cabeza tan pocas imágenes cuando la he visto recientemente. Su trascendencia es nula, y su impacto reducido, justo lo contrario de otras producciones similares.