Ben Affleck y Liv Tyler vuelven a compartir pantalla y vuelven a demostrar que el primero está lejos de ser un buen actor -por mucho que la gente le diera bola años después- y que la segunda está desaprovechada en el 90 % de las películas donde participa. Por si no tuviéramos pocos con Affleck tenemos que aguantar durante un rato a Jennifer López.

Es una comedia sosa, con el punto romántico característico de sobremesa y con el insípido sentido de la comedia de Ben Affleck. Todo pasaría como una película del montón más de no ser por su director, Kevin Smith, al que seguro muchos han buscado para asegurarse de que es el mismo director que conocemos como "Kevin Smith" y no una coincidencia de nombres. Sí, es Kevin Smith, y no, no hay nada de su personalidad en esta película. Resulta curioso ver la acidez del director en la mayoría de sus películas y la capacidad de crítica de la industria para al final acabar haciendo una película como Jersey Girl.

Jersey Girl para empezar pasa del drama a la comedia de la manera más brusca posible. No hay un periodo de asentamiento. Cuando todo parece indicar que la película va sobre una niña ingeniosa -la cual hace la mejor actuación- que saca de quicio a su padre -argumento muy de Jim Carrey familiar-, todo cambia hacia el romance sin química por culpa de la nulidad interpretativa de Affleck. En ninguno de sus pasajes Jersey Girl merece la pena.

Pero como digo su principal desventaja es el nombre del director. Esto es algo así como si tuvieras un amigo "alternativo", al que le gusta el rock/metal -o cualquier subgénero- y un día llegas, te metes a Facebook y le ves en fotos de la noche anterior con gente extraña que jamás has visto en entornos pachangueros que lleva toda su vida poniendo a parir.

Ni idea del porqué de esta película, ni ganas de buscarlo.