No es sólo su fantástica fotografía o ese buen hacer sin ningún tipo de complejos lo que hacen a Tumbbad una película, pero desde luego ayuda y mucho. Quizá uno no está preparado para ver una película de una factura que no tiene nada que envidiar a las grandes del género, sobre todo en lo que a cuestiones técnicas se refiere.

Es cierto que es una oportunidad desaprovechada, porque Tumbbad cae muchas veces en los convencionalismos del cine americano palomitero de terror, pero sólo por ese toque exótico merece la pena. Le pasa un poco, a su manera, como a la iraní Under the Shadow, aunque he de decir que esta me gustó más en general.

Una película entretenida, con una muy buena estructura y con momentos que se quedarán en tu cerebro durante, como mínimo, semanas. Un producto que funciona muy bien, y que además es tremendamente exportable. Si buscáis algo diferente que no caiga en lo pretencioso ni en lo excesivamente metafórico, Tumbbad es una elección perfecta.