Mala película de acción que reúne un número exagerado de tópicos del cine de acción americano. Una mujer muy masculina en una actitud de dura interpretada por Michelle Rodríguez, por poner un ejemplo, que no hace nada en toda la película al igual que el resto de sus compañeros de la unidad exceptuando al líder y a Street, protagonistas especiales que resuelven todos los problemas dando la sensación de que el resto sobran en todo momento.
La película hace poco uso del auténtico procedimiento y táctica del SWAT y se convierte en una película de policías sin más, una pena ya que podría haber dado mucho más juego y eso sin tener en cuenta los deslices en el argumento que impregnan la historia continuamente. La duración no es del todo excesiva pero se hace muy larga y aburrida a pesar de ganar algunos enteros en su parte final con una persecución bastante entretenida, aunque la pelea final se desarrolle en un escenario tan oscuro que casi es imposible ver lo que sucede sintiéndose el espectador incómodo.
Los pocos giros que existen en la película son predecibles desde el primer minuto de metraje y es más interesante la parte de reclutamiento y entrenamiento de la unidad que la propia acción real.
En definitiva, película del montón que pudo haber sido buena, pero que se queda a mitad de camino y que solo atraerá a más público del que merece por el nombre de los actores que componen el reparto. Si SWAT es “Special Weapons and Tactics”, esta película, de especial, tiene bien poco.