...pero sin coger un sólo punto bueno de ambas películas. Tower Heist es una comedia facilona, con unos nombres importantes detrás que actúan como reclamo para tapar un argumento y un desarrollo aburrido. La primera parte es un aburrimiento más que considerable, incluso ver a Ben Stiller resulta soso, pero cuando aparece la figura de Eddie Murphy todo cambia para bien. No es que sea un actor digno del recuerdo, pero cae simpático y lo hace mejor cuanto más lejano es su recuerdo de su época dorada. Tampoco es que Eddie Murphy esté especialmente esperado, es simplemente que, haciendo un papel nada difícil es el que sale más favorecido de todos.

Lo contrario ocurre con Téa Leoni y Matthew Broderick, absolutamente fuera de lugar y eclipsados no ya por la actuación de Eddie Murphy, sino también por el resto de compañeros. En cualquier caso, son meros complementos para una película que pudo dar mucho más por muy poco atrayente que ya me pareciera desde que vi el principio.

Una de esas películas que nadie puede decir que es bien mala pero tampoco bien buena. Un rellena filmografías para unos actores que han tenido momentos mucho mejores, y un Brett Ratner que parece un principiante. El argumento es lo de siempre, y tampoco se encuentra una gran historia detrás lo suficientemente buena como para sostener el proyecto. Dentor de unos años nadie volverá a hablar de ella.