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Voto de Cinemagavia:
8
Drama. Intriga Adaptación de la novela de Javier Marías, que trata sobre una pareja formada por un hombre maduro y una mujer mucho más joven que él, los cuales se convierten en la obsesión de un escritor en un complejo turístico. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2019
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Basada en un relato de Javier Marías

El escritor español Javier Marías escribió en el año 1990 un impactante y poderoso relato en forma de cuento urbano con el mismo título de la película japonesa reseñada hoy. En él, nos narraba la historia de un matrimonio madrileño que coincidía con una desigual pareja de Barcelona en un complejo hotelero de la isla de Menorca.

Pues bien, más de veinticinco años después fue el cineasta hongkonés Wayne Wang el que lo adaptó libremente. Y lo cierto es que consiguió realizar una obra de arte con elementos que el mismísimo Akira Kurosawa hubiera firmado.

Lógicamente lo aquí expresado es una opinión muy personal pues la película tuvo una recepción desigual entre la crítica especializada. Pero voy a tratar de argumentar porque Mientras ellas duermen (While the women are sleeping) es una buena adaptación cinematográfica.

*Sobrevolando sobre la historia

Kenji (Hidetoshi Nishijima) es un escritor en crisis que pasa unos días de vacaciones en la costa japonesa junto a su mujer Aya (Sayuri Oyamada). Es allí, cuando se fijan en una extraña pareja compuesta por un hombre bastante maduro y su jovencísima acompañante.

Una noche en la que el escritor no puede dormir, se encuentra en la piscina del hotel con el misterioso señor mayor y le pregunta, casi sin querer, por la chica que le acompaña. Este sin dudarlo, le confiesa que es su novia y que la graba todas las noches en vídeo mientras ella duerme. Es entonces cuando Kenji se obsesiona con la pareja y comienza a investigar el fondo de este desnaturalizado romance que le está llevando a recuperar su inspiración literaria.

Cinco días y cinco texturas diferentes soportan el orden cronológico sobre el que descansa una narrativa limpia, lúcida y perturbadora. La mirada masculina sobre la belleza de la mujer en su lado más sutil, pero también más retorcido, es de lo que nos habla Wang en un discurso sugerente, irreal por momentos, pero de una capacidad insólita para conectar con el espectador. Su lenguaje cinematográfico, además, es de un nivel superior a lo que habitualmente vemos en el cine.

*El vouyerismo como fuente de inspiración

Mientras ellas duermen tiene un metraje perfecto con 100 minutos que son más que suficientes para mostrarnos los extraños comportamientos del ser humano. La cinta nos habla de los instintos más primarios que a su vez son los más sinceros. La historia se sustenta por la adoración idealizada, obsesiva y a veces disonante de un hombre maduro por su joven novia.

Él es egoísta y no le importa la pronunciada diferencia de edad -más de 30 años- con su pareja. Ella no es más que una niña de poco más de 18 años que en principio se siente bien siendo objeto de adoración. De manera posterior se percata de la toxicidad de esta relación.

La película japonesa tiene su principal frente discursivo en un vouyerismo limpio pero insano. Y es que el matrimonio compuesto por Kenji y Aya son los primeros que ejercen esta labor de mirones sobre la extraña pareja. Primero es la mujer del escritor la que fija su objetivo y después es Kenji el que se obsesiona de tal manera que incluso llega a entrar en la habitación de los desconocidos.

La situación empieza a descontrolarse y cada personaje se enfrenta a sus vectores más ocultos con unas consecuencias imprevisibles para todos ellos. La historia evoluciona desde una situación inicial de unas simples vacaciones, hasta convertirse en una narración de suspense con algunos tintes de buen cine negro.

*Las interpretaciones

El reparto está compuesto por los ya mencionados Hidetoshi Nishijima y Sayuri Oyamada con unas actuaciones convincentes y metódicas que van dando su personal forma a un matrimonio deshilachado. El director quiere mostrarnos su mirada sobre el porqué a veces (¿o siempre?) en el amor uno de los miembros quiere e idealiza más al otro, mientras la otra parte se limita a poseer y a dejarse querer.

Por otra parte, está el hombre maduro interpretado con extraña gracia por el gran Takeshi Kitano (Ghost in the sell) y la brillante Shiori Kutsuna (Unforgiven) que es la fuente del pecado en una alegoría profana a la Eva bíblica.

*Conclusión

Mientras ellas duermen es una preciosidad de filmación que solo cuenta en su debe con un final abierto en el que los sueños, la realidad y los deseos se funden de una manera desigual impidiendo a la cinta convertirse en una obra de mayor altura.

Sin embargo, este final abierto no impide que la historia este llena de una belleza hipnótica. Todo está impregnado de un sutil erotismo con un mensaje que nos habla de que los acuerdos en el amor a veces son inestables e inexistentes y otras en cambio son reforzados por factores externos inesperados.

En definitiva, Mientras ellas duermen es una buena muestra de que en el cine independiente se pueden encontrar obras de alto calado intelectual. Es cierto que a veces solo se exhiben en el circuito de festivales o en las pocas salas de cine independiente que quedan en las grandes ciudades. Aun así, merece la pena esperar, buscar y tener paciencia infinita para volver a enamorarse del cine una vez más.

Escrito por Miguel Pina
Cinemagavia
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