El comienzo de la película me pareció de interés: una bonita casa en la que hay encerrada una bella mujer, una ama de llaves que parece sacada de una película de terror, un prestigioso médico de prácticas poco ortodoxas que habita en la casa mencionada, todo promete, hasta que irrumpe en escena un tipo disfrazado de tigre y el suspense conseguido hasta entonces se desvanece rápidamente, tampoco ayuda la historia que cuenta la ama de llaves a la bella mujer, un melodrama que no aporta nada a la historia.
Afortunadamente la película no tarda en situarnos de nuevo en la trama y comienza a remontar, ofreciéndonos escenas de intensidad y angustia, todo ello envuelto en unos decorados perfectos, que te hace recordar que estamos ante un nuevo Doctor Frankenstein.

Creo que la película es un intento de Almodóvar por explorar otros contenidos cinematográficos. La historia es buena y la película mantiene en algunos momentos gran intensidad e interés, pero en conjunto me parece un tanto irregular, carga tintas en los elementos melodramáticos (la historia de la mujer y la hija del médico, así como la rocambolesca historia que cuenta el personaje interpretado por Marisa Paredes). Echo en falta más misterio (la película recurre a flashbacks, no se si esto ayuda) y profundidad en los personajes.
De todas maneras destacar la interpretación de los actores, especialmente Jan Cornet y Elena Anaya en un personaje muy complicado, la fotografía de José Luis Alcaine, la banda sonora, la ambientación conseguida en la película y el esfuerzo de Pedro Almodóvar por arriesgar en una película nada fácil.