Me equivoqué, era plenamente consciente de que no íbamos a ver ninguna obra maestra, ni tan solo un excelente film, mi intención era disfrutar un buen rato de aquellas sensaciones que solo una peli de terror te da (sustos, angustia, emoción,..) y a juzgar por este objetivo El Rito me falló estrepitosamente, y aunque dudo que fuera el objetivo principal del film durante los primeros dos tercios, cuando lo intentó ya era demasiado tarde y lo hizo sin convicción.

A la falta de empatía con la historia se le suma la frialdad interpretativa del protagonista (Colin O'Donoghue), ante esta dimisión interpretativa y sin nadie que le haga sombra aparece el Sr Hopkins para comerse cualquier escena, la pantalla y hasta las palomitas que me estaba comiendo, quizás se excedió.

Especialmente molesto el tratamiento de la ciudad de Roma, lleno de topicazos y lejos del avanzadísimo Estados Unidos. Estoy seguro de que si el director rueda en España, el protagonista sería torero y la chica bailadora.