Polanski como director es soberbio, y en esta película lo demuestra desde la escena uno, desde la introducción o "créditos iniciales". Mia Farrow se sale. A parte de esto poco más hizo antes de casarse con Woody Allen y trabajar con él el resto de su vida, pero demuestra que no le necesita para ser una gran actriz. El tipo de Terror que se va generando a lo largo de esta película no es un terror corriente, sino psicológico. Eso quiere decir que el propio espectador contribuye a su generación en su cabeza. Se trata de un pánico interno y maravilloso con final culminante. Esta película es totalmente recomendable, aunque Cassavetes no destaca mucho.