Qué almibarada por Dios. Aquí los malos son muy malos, y los buenos, dignos candidatos a ser los próximos Santos de la Iglesia Católica. Y no nombro la Iglesia en vano, porque tiene cierta relevancia en la historia. El personaje de August (Queen Latifah) es tan perfecta, tan buena, tan sabia, tan comprensiva, tan cristiana, tan amorosa y tan justa y azucarada que casi llega a caerme gorda. La historia es un poquito superficial, pasa de puntillas por lo que realmente importa, el racismo de aquellos años, y el maltrato sufrido por la niña, su historia personal. Tampoco profundiza en la relación de la niña con el chico negro, se queda en la superficie. Va tocando todos los palos pero no los desarrolla plenamente.
Y os preguntaréis... ¿Y ésta entonces porqué le ha puesto un 6? Porque, verguenza me da confesarlo pero tanto almíbar a mi me funciona. Consiguen arrancarte alguna lagrimilla con la historia lacrimógena y prefería llorar que reventar de tanto azúcar. Y por Dakota Fanning, que lo hace muy bien. Y oye, Alicia Keys está molona también. Se agradece un personaje un tanto adusto entre tanto santurrón.