Fascinante película del gran Sam Peckinpah que retrata a unos ladrones de bancos que casi sin querer se ven envueltos con el ejercito mexicano mientras que a su vez son perseguidos sin pausa por unos cazadores de recompensas. El film básicamente mas allá de la dirección y el manejo de cámaras casi inédito para la época de Peckinpah se apoya en los estupendos trabajos de William Holden, Ernest Borgnine y Robert Ryan quienes reflejan totalmente esa insatisfacción y melancolía de personas que casi están en el final de su vida y a las que les cuesta empezar otra vida mas allá del delito. También como actores secundarios se destacan los siempre correctos Ben Johnson y Warren Oates. Hay muchísima acción, muertes, idas y vueltas, convirtiendo a este western en uno de los clásicos y de los mejores del género sin lugar a ningún tipo de dudas. Para ver.