Lo peor de la película que se presupone un conocimiento previo y la narrativa (o mejor dicho su incoherencia) se supedita a esta presunción. Por eso mismo, todos los vacíos narrativos se deben a un que Lapeira busca ser fiel a los hechos conocidos y no busca meter nada inventado. Por eso mismo la película está llena de vacíos. ¿Qué si algo se desconoce de la trama? Desaparece de la película. ¿El problema? Con tantos vacíos la película pierde su coherencia (me remito al alucinante final). Si esos mismos vacíos se hubieran llenado con otros elementos ajenos al asalto la película habría ganado coherencia sin perder honestidad. A ratos interesante y con buen ritmo, a ratos incoherente. Tiene en común algo con expediente X, parece que va a dar algo más, parece que va a llegar a una respuesta pero lo peor no es que no llegue la respuesta sino que se elude incluso la falta de respuesta.

Por cierto, ¿de verdad solo una crítica? Y Sacristán grande como siempre. Y curioso ver también a Fernando Guillén (en un papel interpreto que real pero que no aporta a la trama, pero me imagino que está ahí como reflejo de un personaje real) y a un jovencísimo Francesc Orella.