Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
8
Acción Madigan y Bonato son dos policías veteranos que se ocupan de los más duros trabajos callejeros. Durante una operación rutinaria, se les escapa un delincuente que está siendo buscado por toda la ciudad. Su jefe, indignado por su negligencia, les da un ultimátum: deben encontrar al fugitivo en un plazo de 72 horas, antes de que la opinión pública se entere. (FILMAFFINITY)
30 de junio de 2009
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando en los años 30 se implanta el Código Hays en el cine norteamericano, no fue por motivos políticos o puritanos, esencialmente y en un principio se debió a que las películas de gángsteres se habían convertido en un espectáculo de violencia desaforada que preocupaba a las autoridades. Cuando el Código desapareció en 1967, era normal que precisamente se recuperara un género, el policiaco, que estaba por aquel momento medio muerto, ya que ahora se podían incluir todo aquello que antes era más difícil y que en el mundo de la delincuencia es habitual, como drogas, prostitución, corrupción y todo tipo de personajes que pululan por las alcantarillas de las ciudades.

Este repunto del cine policiaco culminó con el éxito de “French Connection” en la gala de los Oscar del 72. Por el camino se hizo de todo, unas mejores y otras peores, pero particularmente una de mis preferidas es “Madigan”, uno de los trabajos más interesantes de Don Siegel, un director al que desgraciadamente se le negó una y otra vez el pan y la sal.

“Brigada homicida”, como se la conoce en España, es un durísimo retrato de las relaciones internas de la policía de Nueva York, donde la jerarquía prevalece por encima de la razón y de la verdad. Más que la investigación de turno, muy interesante, el guión de Abraham Polonsky (mejor siempre como escritor que como director) incide en los trapos sucios de los jefes y en su frialdad ante el sufrimiento de los agentes que hacen la calle. No se olvida tampoco del tema más personal, de sus parejas, conflictos, infidelidades, incomprensión e hipocresía en sus relaciones.

Reparto de altura, mientras Henry Fonda está magnífico en su personaje de comisario distante, calculador y carente por completo de empatía hacia sus inferiores, Richard Widmark demuestra que sigue estando a la cabeza de los más grandes actores y a la vez olvidados de la historia del cine.

Ver esta película es como tomarte un vino de Vega-Sicilia, sabe a otra época y te devuelve a ella. Brindemos por ello. Salud.

Nota: 7,8.
vircenguetorix
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow