Mi friquismo esta semana me estaba devorando por dentro y ayer no me pude resistir a ver el regreso a la gran pantalla de "Power Rangers".
La verdad es que entre sin muchas pretensiones, algo que os recomiendo que hagais. Porque la película además de recopilar los clichés de películas para quinceañeros: como un grupo de jóvenes rebeldes sin causa que tratan de buscar su sitio, de ser importantes, un sin fin de chistes malos malísimos, el compañerismo y su falta de comprensión con el mundo de los adultos. No ofrece nada nuevo.
Tiene buenas dosis de acción, aunque yo sigo sin ver esos trajes tan fosforescentes, pero todo se produce tan atropelladamente que es un sin sentido, y se pierde la magia de la emoción, el sacrificio y la heroicidad, que tanto presumen con chistes malos a lo largo de la película.
Luego esta su largo metraje, que no es que es se haga pesada, pero desde luego no le hace un favor a la película. Y desde luego no queda tan lejos de la versión del 95.
Vamos, que para ser un reboot, poco se han reinventado. Y la batalla final es, digámoslo finamente, otro chiste mas.
La película entretiene sin duda, más a un público adolescente que seguramente precio sin ver a los Power Rangers, pero se queda en otra mera oportunidad fallida de ofrecer algo más para los verdaderos fans.