Se agradece encontrar una película de género negro, aunque en ningún momento se pueda comparar con las grandes joyas del mismo. Una de sus virtudes es no estirar en exceso la trama y despachar el asunto en menos de hora y media.
Otra que algunas líneas del diálogo -tampoco demasiadas- tienen un cierto aroma de buen cine de los de antes.
Un par de secuencias bien narradas (el transporte del baúl con su carga y la escena final) acaban por dejar un buen sabor de boca en una película que no hará historia, pero que al menos no aburre en ningún momento.
Cusack sigue demostrando que es un buen actor. Thornton, con esa cara ya tiene medio papel hecho y la chica resulta creíble como femme fatale.
El título era manifiestamente mejorable.
Como contrapartida al cine navideño habitual, la cosa tiene su gracia.