Que difícil es posicionarse a favor o en contra de ese producto de la MTV llamado "Jackass", la panda de descerebrados que comanda Johnny Knoxville, bajo el mecenazgo de Spike Jonze, y la batuta de Jeff Tremaine, han dejado buenas muestras de su dudoso talento para el buen gusto en bastantes ocasiones, sobre todo el medio televisivo.

Su salto a la gran pantalla se produjo en 2002, y básicamente resumía sus sketches de cámara oculta en un formato más largo, una estrategia comercial bendecida por el público, que ha conocido hasta cuatro secuelas.

Es así como llegamos a "Bad Grandpa", el spin-off de uno de los personajes mas queridos por los chicos de la banda, al que da vida el propio Knoxville, que enfundado en la piel de Irving Zisman, un octogenario salidorro y despreciable, da rienda suelta a todo su arsenal de lindezas y agravios, para todo aquel incauto que tiene la desgracia de cruzarse en su camino.

Cabía esperar no obstante, una mayor carga de maldad en este gag alargado de las relaciones con su nieto, para los que hemos disfrutado de sus aventuras en pequeñas dosis, la apuesta resulta un tanto decepcionante. Se echan en falta un mayor volumen de carcajadas, y se requiere, como requisito fundamental para su visionado, acudir en buena compañía a su encuentro, nunca en solitario.

Destacar el desparpajo del pequeño Jackson Nicoll, que explota su mejor versión en ese descarado homenaje a "Pequeña Miss Sunshine", del que nuevamente hay que rescatar la repugnancia que provocan esas madres norteamericanas, que llevan a sus hijas a ese tipo de certámenes de belleza infantil, como si ser fanáticas de esa religión llamada éxito, fuera la única razón de su existencia, por encima de la salud mental de sus propios vástagos.

Para finalizar, la recomendación del film queda casi exclusivamente destinada a fanáticos de Jackass, si alguna vez te han hecho reír con sus excesos, seguramente encuentres más de un momento para disfrutar con este abuelo depravado, para el resto, sobre todo aquellos que buscan profundidad y carácter elevado en el aspecto cinematográfico, mejor que miren hacia otra parte.



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