Quizá la más discreta de todas las películas en las que Tony Leblanc fue dirigido por Pedro Lazaga. Gira en torno a los problemas que surgen dentro de un modesto equipo de fútbol y junto a las partes que pretenden ser cómicas sin conseguirlo podemos encontrar otros momentos en los que impera una atmósfera contrapuesta a las convenciones del género al que pertenece en principio. Los diálogos son reiterativos y las distintas situaciones resultan desangeladas con lo que a la película le cuesta mantener atento al espectador. Entre lo más destacable está la fotografia de Juan Julio Baena que sin duda debió ser aprovechada para un producto más sólido y las presencias de Laura Valenzuela y Maruja Bustos, unas actrices que con la delicadeza que poseen alivian ocasionalmente la monotonía de la película. Los dos guionistas Rafael García Serrano y José Luis Dibildos también colaboraron en otra producción protagonizada por Leblanc que fue "La fiel infantería" pero en esta ocasión estuvieron mucho menos inspirados. Película pues modesta pero aceptable y que pertenece a una época de la comedia española digna de ser añorada dentro de la cual puede encuadrarse a pesar de la escasa agilidad que revela en su desarrollo.