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Voto de Luke_Cage:
8
7.1
338
Documental Documental que traza un retrato íntimo del mítico cantante David Bowie, sobre cinco años clave de su carrera- Desde Ziggy Stardust a la estrella del soul de Young Americans, el Delgado Duque Blanco, la regeneración en Berlín y el triunfo internacional de Let's Dance. (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Situémonos, nos encontramos cerca del inicio de la década de los 70, Davie Jones (aka David Bowie), un joven inglés con sobrado talento y una ambición desmedida ha intentado triunfar en el mundillo musical de los últimos años del Swinging London, donde la efervescencia cultural, musical y la moda lo impregnan todo con un ambiente transgresor como nunca ha vivido la ciudad.

Desde los 16 lo intentó en varios formatos (en grupo, en solitario, con acompañamiento…) pero con escaso éxito, sin embargo, sería en 1969 cuando se convierte número 1 en UK con su álbum “Space Oddity” y se pasa de aceleración con esas gemas incomprendidas que fueron “The man who sold the world” y “Hunky Dory”. La necesidad le convirtió, como si de un ejercicio místico se tratara, en un alien venido del espacio exterior que aterrizó entre nosotros con el único objetivo de inocularnos el rock en las venas, con su encarnación de Ziggy Stardust alcanzó el reconocimiento y la fama mundial que tanto ansiaba.

Y es justo aquí donde comienza este maravilloso documental de Francis Whately, producido por la BBC (que forma una trilogía con los también muy recomendables “David Bowie: Los últimos cinco años” y “David Bowie: Los primeros años”).

A través de comentarios del propio Bowie, entrevistas con sus colaboradores y amistades más cercanas y varias grabaciones de actuaciones en directo de sus temas más icónicos, nos embarcamos en una experiencia como pocas se han vivido en el mundo del rock, desde la muerte de Ziggy, pasando por su mutación a ese roquero glammy perturbador pero sumamente atractivo que nos regaló discos como “Aladdin Sane” (homenaje no velado a su hermanastro enfermo mental y suicida), “Pinups” o “Diamond Dogs”; a su transmutación en el Duque Blanco, comandante de la armada soulera de discos como “Young Americans” o “Station to Station”, finalizando por su periodo hipercreativo (pero pasadísimo de drogas) en Berlín (con “Heroes” “Low” y “Lodger”); el mimo pagliaccio de “Scary Monsters” y su vuelta a la listas de éxitos en plena década de los 80 con esa delicia que es “Let’s Dance”.

En menos de 1 hora de duración, asistimos al periodo creativo más desbordante, inhóspito y deslumbrante que nos ha regalado un artista en la historia del rock.

Obligado para fans y más que recomendable para neófitos.
Luke_Cage
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