Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luke_Cage:
8
Drama Joe Lampton (Laurence Harvey) acepta un trabajo de contable en un pequeña ciudad del norte de Inglaterra. Movido por la ambición, intenta conquistar a Susan (Heather Sears), la hija del hombre más rico y poderoso del lugar, pero paralelamente entabla una relación con Alice (Simone Signoret), una mujer madura cuya experiencia y sofisticación lo fascinan. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2022
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de la década de los 50 se produjo en Inglaterra un movimiento original, fresco, novedoso y con el objetivo de eliminar la pretenciosidad, la ornamentación accesoria y la pomposidad gratuita que venían asociadas a cualquier obra cinematográfica. Desde un punto de vista muy naturalista, con la mirada limpia que otorga la verdad y la cotidianidad como estilete artístico, nació el Free Cinema y ésta “Un lugar en la cumbre” es una de sus obras más representativas.

A la dirección se posiciona Jack Clayton, un tipo con sólo un puñado de películas en su haber, todas ellas muy interesantes la que nos toca junto a “Suspense” serían sus 2 obras más conocidas.

La historia nos puede sonar a ya contada, un veterano de la II GM se traslada a un pequeño pueblo donde pretende ir ascendiendo en la escala social desde su posición de burócrata funcionario. Para ello busca con quién compartir pintas en la taberna y qué objetivos seducir para poder posicionarse en otra escala social a la que no correspondería entrar por otros medios.

En resumen: la típica historia del trepa que está dominado por una ambición que ejerce de motor en su vida, anteponiéndose a familiares, amigos y relaciones.

Lo que hace diferente a la película es cómo está rodada, elegantemente en blanco y negro, con unos planos concisos (y precisos) que nos acompaña a lo largo de la acción como si de un baile de salón se tratara, el film es dinamismo puro. Además, cuenta con no pocos temas escabrosos para la época, como el ya mencionado de la lucha de clases sociales en un entorno cerrado y opresivo como es un pequeño pueblo industrial, el adulterio, las relaciones amorosas prohibidas, la diferencia de edad en relaciones extramatrimoniales… hasta cierto grado de erotismo, miradas, contenidas, sugerentes formas de volutas de humo de cigarro que parecen dibujar sinuosos caminos de perdición.

Sólo puedo colmar de elogios las actuaciones principales, desde Laurence Harvey dando vida a ese ser egoísta y despreciable que se mueve como un tiburón en el agua entre sus diferentes víctimas con el fin de congraciarse con la alta sociedad, pasando por la adorable Heather Sears, interpretando a la hija del dueño de la fábrica más potente del pueblo y objetivo de nuestro dudoso protagonista.

Pero si alguien destaca por encima de todos es Simone Signoret, quien se pone la piel de una actriz amateur de un teatro de aficionados que cae prendida ante los encantos de nuestro joven vividor. Lo que transmite es un auténtico torrente interpretativo, dando una lección de contención (hay más verdad en sus silencios que en sus diálogos) y de saber estar, sexy, frágil, emotiva, desgarradora… una interpretación asombrosa que le valió el Óscar de 1959 (frente a otras leyendas como Audrey Hepburn, Doris Day, Katherine Hepburn o Liz Taylor).

La película también ganó la estatuilla como mejor guion adaptado y se puede considerar una de las joyas del Free Cinema.

Como curiosidad cabe destacar que existe una secuela, de mucho menor calidad, de 1965 que se tituló “Vivir en la cumbre”, ya sin Clayton detrás de la cámara.
Luke_Cage
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow