Cuarta parte de la saga, o tercera según se mire. Claramente el film anterior fue un fracaso de proporciones épicas. De hecho, resultó tan desastroso que muchos ni siquiera lo consideran parte de la franquicia. Probar con personajes nuevos no dio resultado, así que se volvió a apostar por el elenco original. Tal vez no salió una cinta perfecta, pero se sentaron las bases de lo que vendría posteriormente. Aun así, la película que tenemos aquí es apreciable por ofrecer un buen disfrute. La acción está muy presente durante todo el visionado, algo que aplaudo. Recomiendo a todo aquel que la vea que haga el esfuerzo de dejarse llevar por las geniales escenas en las que hay coches de por medio. El punto débil de la film radica en su villano, el cual resulta bastante decepcionante. Muy buen tramo final que te deja con el incesante rugido de los motores en los oídos. Destacar el breve, pero interesante papel de la guapísima Gal Gadot, quien debutaba en el mundo del cine si no me equivoco. Poco más que añadir al respecto de esta cuarta entrega. No defrauda en absoluto.