Lo cierto es que ellos dos llegan al campamento indio sin demasiada pompa o espera y se encuentran que el jefe es un tipo razonable que negocia un trato. Vaya, a Ford no le interesa mucho esto ¿no busca la aventura y el suspense?... parece que no... Rápidamente encuentran algunos que no quieren volver con ellos por soportar el oprobio y la vergüenza, pero consiguen otros dos y se van, sin apenas lío. ¿Cómo? ¿no queman las tiendas y hacen una estampida de caballos y liberan a decenas de agradecidos blancos? Pues no, parece que a Ford no le interesa nada de esto.
El chico esta totalmente integrado con los cheyenne y grita en todo momento "soy cheyenne", rechazando irse, pero lo llevan igual. La chica es mejicana, casada con otro jefe, era de una familia de buena posición y de una educación exquisita que habla perfectamente inglés, aunque casi la rechazan del trato, por no ser blanca.
Magistralmente, Ford pone a un blanco, completamente "salvaje" y a una "salvaje" a ojos de los blancos, completamente "civilizada" para su desenlace final.
Con esta doble jugada, nos muestra el desprecio morboso que los "elevados" oficiales y sus mujeres le hacen a Elena, mientras que simultaneamente, el muchacho, trágicamente, acaba con la vida de la madre adoptiva, siendo linchado sin piedad por los colonos que al principio de la película parecían los buenos (irónicamente, su verdadero padre, que no lo reconoce, participa del linchamiento).
La conclusión es que solo son personas -los indios, los colonos, los soldados- ni buenos ni malos, solo personas llenas de conflictos, codicia, hipocresía y de ira. Ford pasea por delante dejándonos a nosotros la carga de la acusación ¿nos atrevemos a hacerla?

Nadie debe llevar el pasado grabado en la frente, le dice Garth (Stewart) a Elena cuando ella dice que quiere volver a la tribu al verse rechazada y vejada por todos. Por fin el personaje de Stewart, como dice Widmark, encuentra algo que vale más que el 10% de comisión que cobraba por todo, que es Elena. Ambos parten a California en busca de una nueva vida. ¿Final feliz?

Lo peor: La muerte de Woody Strode, el magnifico Sargento Rudledge, bastante cutre e indigna. Eso se merece una severa reprimenda, señor Ford.