La verdad que me estoy empezando a aficionar al cine español (tan falto de espectadores según tengo entendido), y no me extraña que en verdad así sea pues yo mismo hace poco contaba con los dedos de una mano las películas nacionales que había visto. Pero desde hace poco llevo vistas tres películas españolas y ciertamente las tres me han gustado bastante, Camino, Los girasoles ciegos (de las que también tengo crítica) y esta última que he visto a día de hoy y que también me ha dejado muy buen sabor de boca (independientemente de que el guión sea más o menos triste). Se nota que es cine bien hecho, muy cuidado y sin esas cosas extrañas y sin sentido que acostumbro a ver en las americanadas. En esta al igual que en las tres anteriores no aprecio situaciones forzadas, ni aspectos del guión que no cuadran, simplemente se deja que transcurra la trama natural y cotidianamente como si de la vida real se tratase, y es esto mismo lo que me está haciendo apreciar nuestro cine.
Volviendo a la película en cuestión decir que merece la pena verla, a poder ser un día que estemos relajados, que el cuerpo no nos pida una de accion ni de aventuras, sino simplemente dejarnos llevar por una trama tierna, simpática, entretenida, con momentos emocionantes y de gran belleza.
También quiero mencionar antes de acabar los buenos valores que inculca, de educación y de respeto y por supuesto destacar la gran actuación del niño protagonista, realmente encantadora, y la no menos buena interpretación de Fernando Fernán Gómez, muy dulce y tierno en su papel de profesor, pese al mal humor que le caracterizaba en la vida real.
Espero que os haya sido útil la crítica.
Un saludo.