Gran secuela, que vuelve a ofrecer calor al espectador tras la descafeinada secuela anterior. Con Wes Craven produciendo, Robert Englund dando lo mejor de sí en un Freddy Krueger desatado (perdiendo el tono serio, desgraciadamente), y un reparto que combina actores de la original (Langenkamp, Saxon) con nuevos (Arquette, Wasson), esta tercera entrega convierte al asesino del guante de cuchillas en una estrella a nivel nacional y termina por lanzarle. Esta tercera entrega se acerca peligrosamente a la primera en cuestión de calidad y perfección: vuelve ese carisma que le faltaba a la película de Sholder, y tenemos un vertiginoso guión que nos presenta esta vez a la superviviente de la original, Nancy, ayudando a unos jóvenes en su lucha contra un Freddy muy poderoso. Fans del fantástico: disfrutaréis con esta tercera parte, sin duda alguna.