"Un lugar llamado Notting Hill" es un filme que es amado por la mayoría de gente que conozco, puede ser por su música, sus dos estrellas primordiales, sus secundarios o sus brillantes líneas de diálogo. Nuevamente, contamos con la presencia en la autoría del libreto del señor Richard Curtis, ("Cuatro Bodas y Un Funeral", "About Time" o "Love Actually"), quien enlaza una película muy bonita con escenas de lo más memorables.

Conocemos a William Thacker, (Hugh Grant), un hombre soltero proveniente de Notting Hill, el sitio que más ama de Londres; William vive con la persona más sonsa del mundo... multiplicado x2: Spike, quien usa remeras muy pequeñas, puede ser muy extravagante, molesto e ingenuo, pero quien cuenta con una incesante impulsividad.
También, nos encontramos con Anna Frank, (Julia Roberts), la actriz de cine que se haya en el estrellato para el momento en el que la ves por televisión.

Hugh Grant posee un personaje, otra vez, inmerso en la timidez, pero en este caso le agregamos el factor tengo miedo de fallar en el amor; se puede anoticiar la sensación de pérdida amorosa que tiene Grant al comienzo del filme, de ahí quizás proviene el hecho de que, en ocasiones, tenga miedo de lo que puede pasar con su amor.

Mientras que, por su lado, Julia Roberts tiene un personaje hecha casi a semejanza de su imagen, se trata de una actriz que se halla en su auge, lo único que, ahora en la ficción, necesita a alguien a quien amar. ¿Quién diría que ese alguien viviera en un lugar llamado Notting Hill? Inclusive, Anna vive sujetada a algunos problemas, producto de su carrera; debe comer menos, no durmió bien por 10 años y tiene que lidiar constantemente con la prensa; lo interesante aquí es que, por momentos, podemos llegar a pensar que es la verdadera Julia Roberts quien cuenta con esos problemas, como si el personaje fuera ella en realidad.

En cuanto a aspectos técnicos como la música, (preciosa), el montaje, (rápido y eficaz), o la cinematografía, (muy bien cuidada), el filme triunfa fervientemente, puesto que logra que se nos queden grabadas algunas de esas hazañas técnicas, como la escena en la que Will camina apesadumbrado a la vez que las estaciones cambian entre sí.

Ahora bien, si se preguntan el porqué del título de la crítica, lo explicaré a continuación. Durante todo la película se puede sentir en el aire una fresca sensación de familiaridad de vecindario, de unión entre amigos y familiares, de confianza y cercanía. De ahí vienen las pequeñas magnitudes, en un lugar parvo puede hallarse la más grande de las cercanías. Precisamente, de ahí viene el mensaje de la película manifestado principalmente por esa emblemática línea que Julia Roberts debió de haber ensayado mucho para hacer, porque le sale perfecta: "Solo soy una chica, de pie frente a un chico, pidiéndole que la ame"; de eso va esto, es acerca de reducir el peso que tiene nuestra imagen externa o nuestro éxito profesional y valorarnos a nosotros mismos o, sonando más "romanticón": "en el amor, todos valemos lo mismo"; puedes ser sólo un vendedor de libros de viajes, (Will), un simple compañero de piso ingenuo, (Spike), un corredor de bolsa fracasado, (Bernie), una mujer que vive en silla de ruedas, (Bella), el peor cocinero del mundo, (Max), o la estrella de cine más famosa del momento, (Anna), sin embargo, "en el amor, todos valemos lo mismo".
Y, a modo de comentario, diré que ese amor no es sólo la pareja, todos queremos ser amados, ya sea, por nuestros padres, amigos, hermanos, abuelos o quien sea.

Lo que a mi no me convenció del todo de este filme es: para empezar, el embolado que se crea entre Will y Anna, en esa parte donde se hace presente ese curioso cameo que, no voy a mentir, fue extremadamente divertido; no obstante, lo que me molesta de esta parte es que, al fin y al cabo, culmina sin ningún tipo de consecuencia para ambas partes. Algo similar pasa con la prensa o los paparazzi, sólo están ahí al acecho cuando el guión los necesita, luego realmente no importan demasiado.
Además, también es algo obvio que la película es bastante predecible y, por momentos, sentí que el libreto no le tenía el respeto suficiente a Will, ya que, si bien es nuestro protagonista, Anna, a veces, no tiene las mejores actitudes con él, lo cual puede llegar a pensar que quizá la relación entre ambos es un poco, aunque sea mínimamente, manipuladora.

En definitiva: "Notting Hill" tiene diálogos brillantes, dos roles principales con éxito, personajes secundarios agradables y familieros, y un mensaje sobre el valor y el amor. En caso de que pidas más, hay buena música y lindas imágenes.

Calificación: 7.4/10