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Voto de puntoyalarte:
8
Drama. Intriga En 1913, en vísperas de la Gran Guerra (1914-1918), extraños acontecimientos, que poco a poco toman carácter de castigo ritual, se dan cita en un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania. Los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros conforman una historia que reflexiona sobre los orígenes del nazismo en ... [+]
9 de marzo de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta blanca es casi una obra maestra. Dura, desapacible, oscura a pesar de la maravillosa claridad de los trigales que fotografía, la película con la que Michael Haneke nos sorprende es mucho más que una obra sobre una época histórica. La recreación de un pueblo alemán en el año previo al estallido de la primera guerra mundial, da pie a la puesta en escena de un panorama sobrecogedor. Impresiona pensar que Hitler se crió en un lugar así, que Hitler pudo vivir un ambiente parecido en su casa, en su comunidad… pero no son hechos históricos lo que Haneke quiere contar, de lo que el director alemán quiere hablar es del efecto devastador que puede provocar el mal que un ser humano causa a otro.

En la comunidad que Heneke nos presenta existen dos relaciones perversas: la relación del poderoso (del barón avaro, mezquino, vengativo e injusto) frente a sus gobernados y la relación entre padres (también injustos, también brutales) y sus hijos. Con el trasfondo de la primera, de las relaciones sociales de poder, el guión se centra en la segunda con lo que el tema predominante en la película es la educación, destacando lo importante que es lo que el individuo vive en su niñez y adolescencia. La película es dura pues se muestra toda la basura que hay dentro de las familias y de las casas: el maltrato físico y psíquico, los abusos sexuales, la educación férrea, el peso de una religión protestante que se usa como instrumento de poder y de humillación, la hipocresía de una sociedad que predica el bien y que no lo practica. En la película los protagonistas son los niños, la pureza que se corrompe, la infancia dolorida que aplica exactamente la justicia que se les enseña: el rencor y la venganza.

Llama la atención que en esa educación se echa de menos la presencia de las mujeres. Las madres o están muertas o ausentes de alguna manera (no protegen, no salvan). Se impone la primacía masculina, los instintos (la sexualidad, la violencia) más animales. Es la madre la que falta, es la ternura, la bondad, la protección la que falta. El resultado es un grupo de críos que forman su propia “sociedad” aparte reproduciendo lo que han aprendido. Cualquiera de los personajes, cualquier ser humano que haya sufrido como estos personajes podría convertirse en un monstruo como lo fue Hitler.

El film es tan complejo que podrían comentarse muchas cosas. La atención a los mínimos detalles, la forma de exponer lo más repulsivo sin mostrarlo directamente, el modo en que una película de dos horas y media no se hace larga, la manera en la que el director consigue que el espectador se meta de lleno en el ambiente que se narra, el desconcierto que causa el hecho de que todas las historias se queden abiertas y los misterios inconclusos… Es esto último lo que no permite que la película sea redonda pues el espectador busca respuestas a los enigmas. Haneke, sin embargo, parece haberlo hecho a conciencia, obligando al espectador a unir historias y pensar conclusiones.
puntoyalarte
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