11 de agosto de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
OCASO DEL WESTERN, ALUMBRAMIENTO DE PECKINPAH. Este western con fragancia a clásico eterno y envuelto en obra de serie B, es un trabajo absolutamente a reivindicar. Está protagonizada por una pareja de reconocidos secundarios de películas grandes, aunque en esta ocasión los grandes son ellos; y es que Randolph Scott y Joel McCrea se alumbran como dos ases sublimes en el cenit de sus carreras cinematográficas.
La película posee como temática principal a la amistad, pero a la amistad con mayúsculas. Esa relación denostada y olvidada. El amor de pareja, la codicia ajena, la ingenuidad adolescente y la traición entre iguales son otros aspectos desarrollados. Dejándonos un mensaje ético positivo, la honradez y la dignidad se imponen frente a la avaricia y la codicia.
Por otro lado, la historia es una narración sencilla y lúcida, sin complicaciones inadecuadas. Así Duelo en la Alta Sierra es un film desdeñado protagonizado por actores inolvidables.
Destaca una mítica secuencia en la que Randolph Scott, cual relámpago imparable, avanza cabalgando disparando sin parar, una escena mítica que ha pasado a los crónicas cinematográficos, y es que nunca se ha visto una galopada con disparos a su nivel.
En pocas palabras, Duelo en la Alta Sierra, es un western bastante olvidado y desconocido, una historia muy real sobre grandes valores. Una obra que solo por su épico y crepuscular final, en la historia merece quedar.
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